sábado, 13 de noviembre de 2010

Mi pequeño homenaje a Victor Jara


Victor Jara (1932-1973) fue un cantautor chileno de música de denuncia social cuyas ideas socialistas lo llevaron a ser torturado y más tarde asesinado el 15 de septiembre de 1973 durante el golpe militar a Salvador Allende.

" ..Viento de libertad sangre combativa
en los bolsillos del pueblo la vieja herida
de pronto el dia se me hace de noche
Murmullos, corridas aquel golpe en la puerta,
llego la fuerza policial...
...Mira hermano en que terminaste
por pelear por un mundo mejor
Que suenan, son balas, me alcanzan,
me atrapan, resiste, Victor Jara no calla..." Matador- Los Fabulosos Cadillacs

En sus últimos dias en el Estadio Nacional, convertido en ese momento en un campo de concentración, Victor Jara escribió su último poema que fue escondido por sus compañeros de prisión y luego fue entregado a su esposa Joan Turner Jara.
Este es su último legado de justicia, de igualdad y libertad:

Somos cinco mil
en esta pequeña parte de la ciudad.
Somos cinco mil.
¿Cuántos seremos en total
en las ciudades y en todo el país?
Solo aquí,
diez mil manos siembran
y hacen andar las fábricas.

¡Cuánta humanidad
con hambre, frío, pánico, dolor,
presión moral, terror y locura!

Seis de los nuestros se perdieron
en el espacio de las estrellas.

Un muerto, un golpeado como jamás creí
se podría golpear a un ser humano.
Los otros cuatro quisieron quitarse todos los temores,
uno saltó al vacío,
otro golpeándose la cabeza contra el muro,
pero todos con la mirada fija de la muerte.

¡Qué espanto causa el rostro del fascismo!
Llevan a cabo sus planes con precisión artera
Sin importarles nada.
La sangre para ellos son medallas.
La matanza es acto de heroísmo
¿Es este el mundo que creaste, dios mío?
¿Para esto tus siete días de asombro y trabajo?
En estas cuatro murallas solo existe un número
que no progresa,
que lentamente querrá más muerte.

Pero de pronto me golpea la conciencia
y veo esta marea sin latido,
pero con el pulso de las máquinas
y los militares mostrando su rostro de matrona
llena de dulzura.
¿Y México, Cuba y el mundo?
¡Que griten esta ignominia!
Somos diez mil manos menos
que no producen.

¿Cuántos somos en toda la Patria?
La sangre del compañero Presidente
golpea más fuerte que bombas y metrallas
Así golpeará nuestro puño nuevamente

¡Canto que mal me sales
cuando tengo que cantar espanto!
Espanto como el que vivo
como el que muero, espanto.
De verme entre tanto y tantos
momentos del infinito
en que el silencio y el grito
son las metas de este canto.
Lo que veo nunca vi,
lo que he sentido y que siento
hará brotar el momento...

Victor Jara, 1973

3 comentarios:

jorgevguitar dijo...

Homenaje bien planteado y bien merecido ani! Para un hombre que fué excepcionalmente valiente, y que dió su vida para denunciar aquello que estaba tan mal. No había leído nunca este último poema, y qué duro de es de hacerlo, de imaginar lo que sería soportar eso, y perseverar hasta el final. Me encanta que escribas ahora un blog de temas que ahora la sociedad ignora u olvida, porque es más bien esencial saberlo para recordar siempre luchar contra todo lo que nos quiera hacer caer, y más bien ser una mano que levante a las demás en sus momentos más dificiles.


"Re like" jeje ;)

Anónimo dijo...

nada mas admirable q siendo torturado y en agonía, y al punto de que casi le roben el alma a uno, siempre acordarse de los males q le caen a la sociedad

the needs of the many outweight the needs of the few

-m

Anónimo dijo...

Desgarrador. Fuerza latinoamérica!