Había una vez una princesa que vivía en una estrella. Ella era la encargada de darle luz a un pequeño planeta cercano.Todas las mañanas, prendía un farol con la luz de su felicidad, de su sonrisa y así mantenía el planeta iluminado y cuidaba de todos los que allí vivian dandoles su calor.La estrella en que la princesa vivía no tenía nadie que la iluminara,pero de vez en cuando le llegaba una chispa de luz que los habitantes del planeta le mandaban como agradecimiento y con solo eso, el corazón de la princesa se calentaba y ella mantenía el impulso para prender el farol cada día y para sonreir y vivir feliz.
Un día, comenzó una gran guerra entre los habitantes del planeta.Unos sentían que la luz de la princesa no era suficiente para todo lo que ellos necesitaban..otros creían que la luz era demasiado brillante y los estaba cegando..
La princesa cayó en un estado de melancolía perpetua.No sabía que hacer, no sabía como mantener felices los habitantes de aquel planeta que conituian la unica dicha de su corazón. Cada vez le costaba mas prender el farol pues le costaba cada vez mas sonreir y vivia cansada por el esfuerzo que ello implicaba.Los habitantes del planeta seguían descontentos con la princesa y la guerra solo aumentaba.
Un día, la princesa no se pudo levantar de su cama; simplemente no tuvo la energía que se requería.. su sonrisa se iba apagando más y más conforme la guerra aumentaba.Ese día la princesa durmió..y por primera vez, los habitantes del planeta se quedaron sin luz.Esto empeoró la guerra. Hubo incluso algunos que sugirieron conseguir otra princesa mas sonriente.
Al día siguiente,utilizando las pocas energías que había podido reunir, la princesa prendió por última vez el farol, recogió sus cosas y partió de su estrella en busca de alguien que le pudiera iluminar su mundo.
La princesa recorrió mil estrellas. En algunas de ellas hubo quien se compadeció de su tristeza y le regaló una chispita de alegría para mantenerla viva.Ella sonreía y mantenía esperanza gracias a esas pequeñas gotitas de luz que lograban darle cierta calidez a su ahora sombrío corazón. También conoció otros príncipes y princesas y los vio sonreir e iluminar mil mundos y sintió un poco de envidia pues ella quería sonreir como ellos. Pero éstos otros no querían ayudar a la princesa, la juzgaban por haber dejado su planeta y la acusaban de traidora y malvada.
Cansada de tanto caminar, decidió sentarse en una estrellita pequeña y descansar un rato..Pensó en su estrella, en cómo extrañaba su hogar. Pensó en los habitantes y se preguntó si la guerra ya habría parado y se consoló pensando que seguramente tendrían otra princesa que los iluminara mejor.Lloró un poco, pues tenía miedo de no encontrar nunca otro sitio que iluminar ni otra chispa que iluminara tano su corazón como la que le mandaban los habitantes de su querido planeta, además, se sentía culpable de haberlos dejado sin luz; de haberse ido sin despedirse.
Mientras tanto, los habitantes del planeta de la princesa no se dieron cuenta de la ausencia de la princesa. El frío empezó a apagar poco a poco sus corazones y les impedía seguir en su ajetreadas rutinas. Fueron hasta la estrella a reclamarle a la princesa que no estaba cumpliendo su trabajo y se dieron cuenta que ella no estaba..ya había pasado cierto tiempo desde que la princesa se había ido.
Los habitantes se organizaron en grupos y empezaron a buscar en las constelaciones cercanas a la princesa pero no la encontraron en ningún lado..ella ya estaba muy lejos de ahí.
¿Por que la princesa no les había adevertido que se iba a tomar unas vacaciones? Asi hubieran podido encontrarle un buen reemplazo. -"¡Que princesa tan mala! ¿Cómo se digna a dejarnos sin luz y calor? ¿ Es que no sabe que así no podemos vivir?"-
-"¡Que ingrata princesa!¿No le bastaba con la chispa de luz que le dábamos? Seguro empezó a creerse muy buena para nosotros-" y así seguian las opiniones en contra de la princesa perdida.
Pero así no consiguieron encontrar a la princesa y el planeta se puso frio y los habitantes empezaron a sentir que morían de tristeza...En este estado de melancolía, los habitantes empezaron a extrañar a la princesa, contaban hstorias de cuando su mundo era caliente, de lo bella que era su sonrisa, de lo alegres que vivían..¿Qué había pasado?¿Por qué se había ido la princesa? ¿Habría sido la guerra lo que endureció su corazón? Pero no.. no era posible; ellos tenían razón de reclamarle a la princesa: su sonrisa no era tan hermosa como la de otras princesas de otros mundos, su luz no era exactamente lo que ellos buscaban.
Pero hubo en ese pequeño mundo quienes recordaron que hacía mucho tiempo se habían olvidado de mandarle los pequeños rayos de alegría que hacían brillar el corazón de la princesa.Vivían demasiado ocupados como para fijarse en ese pequeño detalle, además, pensaban que la princesa igual podría esperar otro mes más.Y así fueron pasando los meses y ninguno se había acordado que la princesa no había recibido su pago.
En ese momento, empezaron a extrañar a su princesita como nunca antes. Lloraban de pensar en que tal vez ella estaría iluminando a otros menos exigentes; que posiblemente estaría feliz ahora. Pensaron que si ella volvía nunca más se olvidarían de darle sus rayitos de alegría...aunque también estaban resentidos con la princesa por haberlos abandonado.Pero la princesa estaba muy lejos de allí para ver lo que pasaba en su planeta...
La princesa seguía descansando en esa pequeña estrella que había encontrado que no era tan cómoda como la suya, pero que lograba darle un descanso a su corazón afligido por la tristeza, la confusión y el cansancio.
Un día, soñó con su planeta amado; soñó que volvía a él y que la recibían entre risas y aplausos. Despertó y vió a su alrededor, estaba sola. Lloró y lloró pues extrañaba su pequeño planeta, extrañaba la sonrisa de cada uno de sus habitantes, extrañaba sentir el calor que le daban. Y decidió levantarse y tomar impulso para volver a su estrella.
Pero se dió cuenta que había pasado bastante tiempo, ya no recordaba el camino a casa, ya no recordaba cómo había ido a parar a esa estrellita, ese hogar provisional.
Tuvo miedo que ya no la recordaran, que ya hubiera alguien más habitando en su estrella.
Pero después una pequeña luz iluminó su corazón, la luz de la esperanza, pues su corazón no había olvidado el camino a casa.Además, si no encontraba su hogar, habían otras estrellas..en alguna de ellas encontraría su felicidad.
Y lentamente empezó su viaje de regreso.Tomando caminos equivocados,encontrando callejones sin salida. De vez en cuando le llegaban a su corazón pequeños rastros de luz que la guiaban y le decían que no se estaba equivocando, que el viaje sería largo y ardúo pero que no se debía rendir si quería encontrar algún día su hogar.
Estos rayitos de luz y esperanza la mantenían viva y la hacían luchar por las fuerzas que necesitaría para continuar su viaje.
Y la princesa todavía camina por el universo buscando su estrella perdida; a veces camina con alegría, a veces llora y sufre de miedo y soledad.Pero no se rinde nunca pues sabe que su vida es ese camino y que si no sigue adelante, de nada habrá valido la pena su viaje, de nada habría valido la pena recorrer el universo entero.
Y quienes la vemos desde este planeta sabemos que ella está en cada estrella fugaz y le deseamos que encuentre su camino y algún día vuelva a casa o encuentre otra estrella donde viva feliz.
1 comentario:
hmmm ok... pobre princesa, ojala encuentre su hogar... ojala antes de irse hubiera podido hablar
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