Hoy me puse a ver una pelicula con Gael García Bernal (babeo momentáneo sobre mi teclado.. hmm...hmm...ehh perdón.. sigo escribiendo) que se llama El Pasado, bastante mala la película, excepto porque sirvió para ponerme a pensar.
Perdón para los y las que, llevandome la contraria o solo porque quieran babear un ratito, pero para comenzar este blog tengo que hablar un poco sobre la película.
Se trata de la historia de Rímini y Sofía, una historia de amor y desamor. Rímini y Sofía se separan después de 12 años de estar juntos y, mientras Rímini trata de continuar su vida, Sofía queda estancada en un pasado, en la idea de recuperar algún día a Rímini.
Al principio sentí lástima por el personaje de Sofía; yo sé que se siente que lo dejen de amar a uno. Yo sé lo dificil que es una separación y, peor aún , el olvido. Me identifiqué con ella; a veces nos cuesta seguir adelante mientras que vemos a esa persona que estuvo a nuestro lado irse lejos y formar una nueva vida.
A medida que avanza la película, Sofía le ruega a Rímini que vuelva a su vida de varias formas desesperadas. Rímini se hace el loco y continua su vida lejos de Sofía hasta que finalmente, un día, Rímini se queda solo en el mundo, sin trabajo, sin amor ni razón para vivir y Sofía llega a su rescate y lo mete de nuevo en su vida que, de paso, sigue siendo la misma de cuando Rímini se fué. Ahí dejé de sentir lástima por Sofía.. o, mejor dicho, empezé a sentir lástima de lo patético que es el personaje, y dejé de identificarme con ella.
Esta película es el retrato de una mujer codependiente; una mujer que cree que su felicidad depende de tener a su lado a un hombre, sin importar el costo, sin importar como la trate o si la quiere o no.
Es triste ver una persona así, una persona que no tiene una vida propia sino que vive para alguien más.Una persona así es esclava de si misma porque las ataduras que la ligan a otra persona están en su mente.
Al terminar de ver esa película me juré nunca jamás llegar a ser alguien así. Alguien sin respeto de si mismo y sin dignidad alguna. Debe ser porque soy muy feminista, pero no hay nada que me parezca más triste, más patetico y degradante que ser objeto de lástima. Que alguien esté al lado de uno o alguien le dé cariño a uno por lástima, es triste. Es el peor estado de bajeza al que se pueda llegar. Me prometí a mi misma nunca llegar a eso.
Para todas aquellas mujeres ( u hombres) que creen que la felicidad y el amor dependen de otra persona, para todas aquellas mujeres(u hombres) que no se quieren a si mismos, sepan que la vida puede cambiar si uno quiere y que solo de uno depende su felicidad.
